lunes, 29 de mayo de 2017

CISTUS LADANIFER (Jara pringosa, Jara negra o de las cinco llagas)

Planta de Jara pringosa, Jara negra o de las cinco llagas


Nombre científico:  Cistus ladanifer.

Nombres comunes:  Jara pringosa, jara negra, jara pegajosa, jara pegantosa, jara pringosa,  jara de láudano, jara de las cinco llagas.

Familia:    Cistaceae.

Hábitat:  Está en casi toda la Península Ibérica, siendo escasa en Galicia, Castilla y León, y Cataluña.


Usos: Antiguamente se conocía como el antibiótico de la naturaleza, incluso en la Grecia Clásica  preparaban té de sus hojas para protegerse contra los resfriados y las infecciones. 
También se usaba para reblandecer quistes y tumores. 
De uso en la industria de la perfumería como fijador de esencias y para dar un toque de cuero al perfume, y con el que el aroma del perfume permanece más tiempo sobre la piel.


Pueden observarse claramente las "cinco llagas"



Después de un largo parón, encontrar esta preciosa flor en un paseo por los alrededores después de una noche de lluvia y tormenta, me ha decidido a retomar este apartado de "flores silvestres" en el blog que comparto con mi amiga Laura, con  su permiso y con el permiso de sus preciosos "bulbos" ;-)






Como comentaba al iniciar el paseo por un pinar cercano, y adyacente a él, en un suelo pedregoso, básicamente  granítico y bastante pobre, ha llamado mi atención este pequeño arbusto adornado por llamativas flores blancas de cinco pétalos, con una mancha púrpura en el base que da lugar a uno de sus nombres comunes: "jara de las cinco llagas". 

Una vez despierta mi curiosidad (parece que el ojo no es suficiente y hay que tocar...ji ji), he descubierto en ella un tacto pegajoso, de ahí que no sorprenda otros de sus nombres comunes (jara pringosa, pegajosa, pegantosa, etc). Esta característica se la debe al ládano que es una sustancia resinosa que la planta emplea para evitar competencia de otras especies vegetales y es la sustancia de la que derivan sus usos medicinales en la antigüedad.  

Ya Dioscórides, un médico, farmacólogo y botánico de la antigua Grecia, decía de la jara que era una mata que crecía la manera del cisto  ("CISTUS") y que sobre sus hojas se recogía cierta grasa pegajosa, llamado ládano ("LADANIFER")  o láudano, que untado con vino, disminuía la fealdad de las cicatrices y que con agua y miel, o con aceite de rosa, sanaba el dolor de oído.

También se preparaba el “emplasto regio” con el ládano o láudano, que da a la planta su olor tan característico  mezclándose con cera, y se aplicaba a hernias y quemaduras, de las hojas cocidas, junto a otras especies vegetales, se obtenía una sustancia que servía para curar las heridas que osos y otros animales causaban a los perros en las cacerías como queda recogido en el Libro de la Montería del Alfonso XI.

El ládano era tan apreciado  que se hacían pasar los rebaños de cabras entre los jarales (zonas plagadas de jaras) para que quedara pegado al pelo de los animales;  para luego pasándoles un cepillo, separar la preciada sustancia adherida, y otra forma de obtención era por cocción de las hojas de jara pringosa hasta conseguir una especie de pez.

Actualmente, el ládano se emplea en la industria de la perfumería como fijador de aroma.

También, gracias a la dureza de su madera, se usaba en la fabricación de pequeñas herramientas de uso intensivo,  flechas o dardos usados en las ballestas medievales, y  también como excelente leña.


Las flores de la jara son del gusto de las abejas
 y la miel obtenida es de excelente calidad y sabor.


La Jara pringosa es flor de un día que por su corta duración, a las pocas horas de haberse abierto, sus delicadas flores se desprenden y caen.

Tiene numerosos estambres que producen gran cantidad de polen, atrayendo así a insectos, como las abejas que luego producirán miel riquísima de jara.







La jara forma parte de las especies pioneras en la recuperación de suelos degradados, en especial después de un incendio forestal, ya que son especies pirófitas y sus semillas se abren y germinan antes ayudadas por esa situación.

La encontré por casualidad y me ha encantado conocerla un poco más, espero que os haya ocurrido lo mismo.























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